Trump está enviando vigilantes enmascarados en camionetas sin identificación para desaparecer, detener y deportar a nuestros vecinos y amigos — incluso a niños de nuestras comunidades. No está persiguiendo a “los peores criminales”; está usando una fuerza paramilitar personal para intimidar y silenciar a cualquiera que se le oponga.
Mi primera y más importante prioridad será proteger a las familias de Queens de Trump.
Para lograrlo, me opondré de manera clara, firme y constante a la maquinaria de deportación de ICE. Eso significa estar presente y alzar la voz contra ICE en las calles de Corona, Elmhurst, Flushing y en todo el distrito donde las familias viven con miedo.
También significa respaldar a nuestras comunidades con acciones, no solo palabras. Como miembro del Congreso, apoyaré a los grupos de ayuda mutua, redes de alerta y organizaciones comunitarias existentes con los recursos, el poder de organización y la atención que conlleva el cargo.
Y en el Congreso, significa dirigir una oficina distrital que realmente funcione para la gente. Contestaremos cada llamada. Presionaremos a las agencias federales en nombre de nuestros constituyentes, ya sea para exigir la liberación de un familiar secuestrado por ICE, rastrear un cheque perdido del Seguro Social o verificar el estado de una solicitud de vivienda de la Sección 8.
El primer trabajo de mis padres cuando emigraron a la Ciudad de Nueva York fue como vendedores ambulantes. Y con trabajo duro y fe, con jornadas de 12 horas vendiendo ropa en Canal Street, construyeron una vida aquí, criaron a cinco hijos y ayudaron a crear una próspera comunidad coreano-estadounidense. Mi historia es nuestra historia, y es lo que construyó esta ciudad.
Somos una nación de oportunidades sin límites. Debemos dar la bienvenida a las personas que quieren trabajar duro y vivir con honestidad para construir este país juntas y juntos.